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Dr. Felipe OVILO CANALES

Relaciones

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Edificios promocionados por personaje:
> Calle Sidi Buabid 63, Antiguo Hospital Español (Fundación Cultural Padre Lerchundi)

Bibliografía

Bibliografías utilizadas en Personajes:
> Memorias de un Viejo Tangerino, Libro

Primer apellido: OVILO

Segundo apellido: CANALES

Nombre: Dr. Felipe

País de nacimiento: España

Provincia de nacimiento: Segovia

Ciudad de nacimiento: Segovia

Fecha de nacimiento: 21/07/1850

País de defunción: España

Provincia de defunción: Comunidad de Madrid

Ciudad de defunción: Madrid

Fecha de defunción: 02/04/1909

Nacionalidad: Española

Ocupación: Médico

Ocupación específica:
Médico e Higienista.

Estancia en Tánger:
Llegó a Tánger por primera vez en 1877 como médico de la Legación de España y de la comunidad española.

Tras una marcha para continuar con su labor y asistir a multitud de congresos regresó en 1886 momento en que fundó la Escuela de Medicina y estuvo como director durante diez años.

La última vez que el Dr. Ovilo estuvo en Marruecos fue el 2 de abril de 1901 en Casablanca como corresponsal del ABC.

Biografía:
Nació en Segovia el 21 de julio de 1850. Descendiente directo y heredero de los títulos de nobles antepasados, los barones de Vallelado y el señorío de Torregutíerrez. Pero él nunca prestó mucho interés en sus títulos nobiliarios, es más cuando la reina regente quiso entregarle más por sus servicios él los rehusó contentándose con su título de médico.

Su padre D. Manuel Ovilo, notable escritor, bibliotecario de Santiago de Compostela, secretario honorífico de D. Carlos de Borbón primero y luego secretario de la Reina Isabel ejerció una notable influencia en su hijo, que ya des de muy joven escribió versos que se publicaron en diarios. Fue doctor en la escuela de Medicina, pagándose él mismo la formación, más tarde se fue a París para ampliar sus estudios. En el año 1870, con veinte años, marchó a Cuba alternando su profesión con la militar.

En 1877 regresó a España siendo enviado poco después a Marruecos como médico de la Legación Española empezando su formación del idioma y conociendo el país. Médico asesor en visitas de inspección a cuarteles y hospitales, vocal de la Comisión de estudios de equipo del soldado, conocido ya como higienista notable, fué comisionado en 1895 para inspeccionar en Aranjuez los hospitales y cuarteles coléricos, cuando la epidemia hacía estragos. Se encargó de estudiar y practicar inoculaciones preventivas contra el cólera. Regresó de nuevo a Cuba, esta vez para ser jefe de servicios de los hospitales de Matanzas y de la Habana.

Fue el delegado del Ministerio de Guerra en el IV Congreso Internacional de Higiene, celebrado en Ginebra en 1882. En 1886 regresó a Tánger como agregado militar a la Legación de España en Tánger, fundando poco después el Dispensario y la Escuela de Medicina que dirigió durante diez años.
En el año 1891 fue comisionado por el Sultán de Marruecos para la enseñanza de Medicina a jóvenes marroquíes, con el fin de adquirir médicos militares para sis mehal-las, desempeñando realmente en 1892 las funciones de jefe de Sanidad Militar del ejército marroquí, concentrado con motivo de insurrección de Anjra, por cuyo motivo recibió escritos oficiales de gratitud y alto elogio del Gobierno marroquí, de los jefes de las fuerzas militares que actuaron y una colectiva de los kaides jefes de las diferentes mehal-las por su actuación científica, profesional y humana.

En su actuación marroquí logró, venciendo grades resistencias e innumerables obstáculos, iniciar una enseñanza científica, después de un olvido secular.

Obtuvo de las interpretaciones de la ley que ésta no se oponía a que las mujeres fuesen asistidas en sus partos por facultativos competentes. Acostumbró a los moros, destruyendo inveteradas preocupaciones, a preferir la asistencia facultativa a la de curanderos. Logró que el Sultán estableciese, a sus reiteradas súplicas, un hospital después de más de trescientos años que no se creaba un establecimiento benéfico en el Imperio.

No solo consiguió pues prestigiar la clase médica en Marruecos, también contribuyó a la realización de fines humanitarios y políticos de gran trascendencia. Miembro fundador de la Sociedad Española de Higiene, de la que fue secretario y vicepresidente.

Fue presidente de honor del Congreso Internacional de Higiene de Ginebra; secretario adjunto del Congreso Internacional de Higiene de Madrid, asistiendo a numerosos congresos celebrados en el extranjero y recorriendo Europa en viajes de estudios y a invitación muchas veces de sus Gobiernos.

Era académico correspondiente de la Historia y poseía una rara facilidad para los idiomas que asimilaba en muy poco tiempo.

Su carrera estuvo plagada de numerosas condecoraciones de todo tipo siendo las de carácter científico de las que estaba más orgulloso. Incluso el Sultán de Marruecos le premió con un documento de distinción muy raro dirigido a extranjeros, era un agradecimiento por su contribución al afianzamiento de la amistad entre las dos naciones.

Sus escritos son numerosísimos. De carácter humorístico-profesional fundo en 1896 una revista ilustrada, El doctor Sangredo, en la que con una fina sátira se velaba por el prestigio de la clase médica. Fue creador también de otras obras literarias y colaborador asiduo de: El Liberal, El Imparcial, La correspondencia de España, El Día, El Globo, ABC... en este último redactó todas las crónicas de las sesiones de la Conferencia de Algeciras.

No perteneció a ningún partido político, aunque sus ideas fueron siempre liberales, y por afecto personal a D. Segismundo Moret con el que sostuvo necesaria relación siendo aquél Ministro de Estado y designado el doctor Ovilo asesor técnico de la Legación de España en Marruecos, con facultades excepcionales, que le obligaban a ella y recibiendo de dicho político grandes pruebas de afecto, accedió a ir al Ayuntamiento de Madrid en el cual fue elegido concejal y desempeño la presidencia de varias Casas de Socorro y alguna Tenencia de Alcaldía, sin sujetarse a compromisos de partido que le distanciasen de su criterio en materia de justicia y respeto a las leyes y la igualdad en los derechos de todos los ciudadanos.

De sus libros destaca: La mujer marroquí, del que se desprende la idea de la liberación de la mujer. De teatro: Un sacrificio más, estrenada en la Habana con gran éxito, y que es un delicado apasionamiento de exaltación patriótica.
De higiene: presentó multitud de estudios sobre el cólera, la peste, las peregrinaciones a la Meca, doce o catorce obras profesionales además de cuentos, poesías y articulos.


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